¿Por qué los pantalones tipo bermuda se llaman así?

Las bermudas, esas inseparables compañeras del verano, tienen una historia que pocos conocen, y sí, está relacionada con la famosa isla Bermudas, nombrada así en honor a su descubridor europeo, el español Juan Bermúdez, en 1505.

Sin embargo, al igual que ocurrió con otros tipos de prendas, las bermudas no surgieron por tendencia, sino más bien por necesidad. Y no fueron los españoles los primeros en llevarlas.

¿Qué son los pantalones tipo bermudas?

Las bermudas son pantalones cortos que suelen llegar hasta la rodilla o ligeramente por encima. Su diseño es versátil: pueden usarse tanto para paseos informales como en eventos algo más formales, dependiendo del material y el corte. Su fama como prenda funcional y cómoda ha cruzado generaciones y fronteras, convirtiéndolas en un básico en el armario de cualquier persona.

El origen de las bermudas

La historia de las bermudas comienza en el siglo XIX, en la cálida isla de mismo nombre. Por entonces (y en la actualidad), la isla era un enclave para la inteligencia naval británica, país al que pertenece la isla.

Así, allá por 1816, los oficiales británicos destacados en el archipiélago, acostumbrados al frío y la lluvia de su país de origen, sufrían las altas temperaturas mientras vestían sus uniformes reglamentarios, con pantalones largos. En la India, otra colonia británica, las temperaturas también eran más altas, pero su solución fue confeccionar los uniformes en lino, un material más ligero que el algodón.

Sin embargo, en Bermudas no tenían esta posibilidad, por lo que, ante la incomodidad del calor, decidieron cortarse los pantalones por la mitad o por encima de la rodilla, creando así los primeros pantalones cortos que luego serían conocidos como "bermudas".

Lo curioso es que esta decisión, puramente práctica, marcó un antes y un después en la moda, y las bermudas no tardaron en popularizarse en otros rincones del mundo.

Las bermudas, oficiales en la isla de mismo nombre

En Bermudas, esta prenda adquirió un estatus especial. No solo se convirtió en parte de su identidad cultural, ya que también pasó a formar parte de la vestimenta formal. Por raro que nos parezca a este lado del Atlántico, allí es común ver a ejecutivos y profesionales llevando este tipo de pantalones de hombre combinados con chaqueta, camisa y corbata, mostrando que la comodidad y la elegancia no están reñidas.

Las prendas y el entorno

El ejemplo de las bermudas nos hace pensar en cómo el entorno puede afectar a una prenda. Pero lo mismo ocurre en sentido opuesto, es decir, en cómo las prendas que llevamos cada día tienen un impacto en lo que nos rodea.

Nos referimos, concretamente, a las consecuencias de la fast fashion de grandes marcas de ropa, un modelo de negocio que produce cantidades enormes de ropa de mala calidad y que, a los pocos usos, terminará desechada. Todo basado en la moda y la estacionalidad, las cuales termina pagando el planeta en forma de desperdicio de materias primas (agua incluida) y en contaminación del entorno.

Por otra parte, existen marcas de ropa conscientes como Bustins Jeans, donde seguimos el modelo slow fashion, punto por punto contrario a las malas prácticas de las marcas textiles que todos conocemos.

1. Materiales sostenibles y producción local

En Bustins Jeans, apostamos por un impacto positivo en el medioambiente desde el inicio. Utilizamos algodón orgánico, un cultivo respetuoso con el planeta y de menor impacto ambiental.

Cada prenda se confecciona a mano en la Costa Brava, así aseguramos la calidad artesanal, impulsamos la economía local y reducimos las emisiones asociadas al transporte de materiales.

2. Prendas confeccionadas para durar años

La fast fashion se basa en prendas de usar y tirar, que rápidamente quedan obsoletas o se desgastan. En Bustins, hacemos justo lo contrario: diseñamos ropa vaquera para mujer y para hombre que combina estilo atemporal y máxima durabilidad.

Nuestro objetivo es que cada par de vaqueros sea una inversión a largo plazo, más allá de modas y tendencias dictadas por las grandes marcas a las que nada les importa el medioambiente.

3. Un compromiso real con el agua

El agua es un recurso limitado, y en Bustins lo valoramos como tal. Por eso ofrecemos opciones como nuestras piezas "raw", que eliminan el lavado final en el proceso de producción, ahorrando cientos de litros de agua.

Estamos comprometidos con la innovación sostenible, alineando nuestras prácticas con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030 de Naciones Unidas. Según este organismo, la demanda global de agua podría incrementarse un 50% para 2040, intensificando sequías y desertificación. Por eso, cada pequeña acción cuenta, y ofrecer ropa que reduzca el consumo de agua es nuestro granito de arena.

Como aquellos ingleses del XIX que “decidieron” crear las bermudas para luchar contra el calor, dos siglos después nuestro planeta sufre temperaturas cada vez más altas. Pero, y a diferencia de lo que ellos hicieron, no podemos cortar el mundo por la mitad, sino más bien empezar a reducir el impacto que tienen en él la fabricación y el uso de las prendas que llevamos a diario.

¿Quieres ayudarnos a crear un futuro mejor para las nuevas generaciones? Visita nuestra tienda de prendas vaqueras sostenibles y súmate al cambio de moda que tanto necesita el planeta.


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