¿Cuál es el origen de las tachuelas en la ropa?
Como ya comentamos en el post sobre el bolsillo pequeño los pantalones vaqueros, la ropa que llevamos a diario cuenta con varios ornamentos, elementos que, en su origen, no cumplían una función decorativa, sino utilitaria.
Uno de estos ornamentos, a los que ya estamos acostumbrados, son las tachuelas, esas piezas metálicas de cabeza grande y ancha que se clavan en determinados tipos de prendas, especialmente en la ropa vaquera.
Hoy en día, las tachuelas les dan a las prendas un toque atrevido, alternativo, y fueron varias las tribus urbanas que las usaron para desmarcarse del resto en décadas pasadas.
Sin embargo, a diferencia del bolsillo pequeño del vaquero, que se usaba para guardar el clásico reloj de bolsillo, el origen de las tachuelas no fue medir el tiempo: fue salvar vidas.
La función protectora de las tachuelas
Remontándonos siglos y siglos atrás, las armaduras tenían una función muy clara: proteger el cuerpo de los soldados que las llevaban. Lógicamente, una armadura completa no estaba formada por una sola pieza, ya que esto impediría el movimiento, con la fatal consecuencia que ello tendría.
Más bien, las armaduras estaban compuestas por diferentes láminas de cuero o metal unidas unas a otras. Para reforzar el ensamblaje entre las diferentes piezas, se recurrían a las tachuelas, lo que aseguraba una sujeción más firme.
Algunos ejércitos usaron las tachuelas, además, como mecanismo de intimidación, alargándolas y afilándolas a modo de pincho. Los lugares predilectos para colocar estas tachuelas “defensivas” eran los más expuestos, como el pecho y los brazos, aunque también llegaron a usarse en las armaduras de los caballos.
A pesar del tiempo y la desaparición progresiva de las antiguas armaduras, las tachuelas siguieron usándose para reforzar diferentes objetos fabricados en cuero, piel o madera, por ejemplo, piezas de mobiliario.
Las tachuelas como declaración de guerra
En las décadas de los 50-70 fueron varias las subculturas que declararon la guerra… a la sociedad conformista y encorsetada. Estas tribus urbanas adoptaron una estética agresiva, que las diferenciaba clara e intencionadamente de la moda normativa de por entonces.
En algunas de estas estéticas era frecuente encontrar prendas ajustadas, joyas llamativas, cadenas y, por supuesto, tachuelas, todo coronado con peinados inimaginables hasta la fecha.
Una de estas primeras subculturas “rebeldes” fueron los Halbstarke, un grupo surgido en Zúrich que exhibía una estética parecida a la motera.
Poco después llegarían los rockeros y los punks, con sus chaquetas denim o de cuero, y, ya a finales de los 80, algunas divas del pop como Madonna y Cher, pioneras en el uso de las tachuelas en sus trajes “de gala”, a todas luces, una apropiación estética de subculturas que no compartían precisamente ese estilo de música.
Las tachuelas que protegen el planeta
Hace décadas, en Bustins Jeans vivimos de primera mano el cambio de mentalidad y de estética de los años 70-80. De hecho, nuestros vaqueros fueron protagonistas durante los años de la movida madrileña, y también se pasearon por las ramblas de Barcelona.
En la actualidad, somos una marca de ropa vaquera slow fashion, un modelo de negocio más sostenible y ético basado en la confección artesanal, el uso de materiales de origen ecológico (algodón orgánico) y un catálogo atemporal que prioriza la calidad frente a la cantidad.
En nuestro catálogo también contamos con prendas vaqueras con tachuelas, usadas con dos objetivos: dar a la ropa ese toque diferente y atrevido, y proteger el planeta, al ofrecerte prendas duraderas y confeccionadas con técnicas cada vez más respetuosas con el medioambiente.